domingo, 26 de mayo de 2013

CARTA DE UN HIJO GAYS A SU PADRE

Mamá, papá:

Mañana será mi cumpleaños. Veintitrés años de estar aquí. Vaya que pasa el tiempo. Si echo una mirada atrás, he vivido demasiadas cosas y desde hace unos años ustedes han estado conmigo.
Lo sé, todo mundo me lo ha dicho, ustedes mismos, desde que se enteraron que soy homosexual, no les ha sido fácil. Créanme que tampoco para mí. No ha sido fácil sentirme solo en muchas ocasiones, vivir rupturas del corazón y llegar a casa ocultando el llanto o llorando bajito para no incomodarlos.
Me duele el silencio que me dan y las evasiones al tema. Las murallas las ponen ustedes.
No, no ha sido fácil y de verdad quiero entenderlos, pero a veces me es complicado. Lo sé: su educación es muy distinta, porque les inculcaron muchas barreras. Les enseñaron que el amor sólo es entre hombres y mujeres.
Lo sé, rompí con sus esquemas de tener una esposa, de visitarles los domingos con los nietos. Lo sé, les dolió porque nadie los preparó para enfrentar una situación no prevista en la que la religión, la gente, la familia, influyen en su miedo y descontrol.
Todo esto lo entiendo, pero no lo justifico. No justifico que ante lo desconocido cierren los ojos y no busquen alternativas para crear nuevos lazos. Nadie les enseñó a ser padres como nadie nos enseñó a ser hijos.
En el camino aprendemos juntos. Los hijos aprendemos de los padres, pero los padres también deben aprender con y por los hijos. Mamá, papá, aquí estoy, todavía estoy y falta poco para emprender el vuelo. Soy yo. No he cambiado. Sigo siendo intenso, el mismo que llora con las películas y los libros, ríe y abraza, tiene metas y no se queda callado, el mismo que hizo dibujos en el kinder y bailó en festivales de la primaria.
El mismo que les dice que los quiere. El mismo que a nadie hace daño por amar o acostarse con alguien de su mismo sexo. Sólo es amor y el amor no tiene sexo.
Muchas veces lloré por sentir que perdemos tiempo que jamás volverá. Tiempo que podríamos aprovechar en re-conocernos, en acercarnos y compartir sin caretas la vida.
Por fortuna he aprendido a vivir con su presencia y ausencia, he aprendido a hacer otra familia con mis amig@s y compartir muchas cosas con ell@s. Cosas que me gustaría que ustedes compartieran y que se están perdiendo.
 Ojalá tomaran en cuenta que el presente se va, y es que es tan fugaz que ni nos damos cuenta, mañana quizá alguno de nosotros no esté y sabremos, demasiado tarde, que nos equivocamos.
Me queda la tranquilidad de reconocer que lo intenté muchas veces, que como esta carta, les he escrito otras antes, les he acercado información, si ustedes no la toman, yo no puedo hacer nada. El silencio y los bloqueos no son míos.
Yo sigo, mi vida sigue y está bien. Pero podría estar genial si estuvieran presentes y compartiendo este camino llamado vida. Compartiendo experiencias, pláticas, momentos, sonrisas y llanto.
 La salida del closet con la familia no es fácil. Madres y padres viven procesos de asimilación que no siempre son sencillos ni rápidos. Para nadie es cómodo vivir una situación en la que se rompe con lo establecido y en la que por el silencio, el miedo, y los absurdos no cuestionados, nadie hace nada y se complican tanto las cosas. Tabúes que superan el amor que existe y que aleja a las personas.
Los entiendo, pero también pido que me entiendan a mi. Esto no es una guerra, no hagamos trincheras ni bandos. Si se sienten heridos manéjenlo, no hieran a otros. No hay victimas ni victimarios. Solo ignorancia, silencio y barreras.
Probablemente todo está perdido por ahora entre nosotros, podría ser que en el futuro se cambie el rumbo, lástima que sea tan inseguro y no se nos permita saber si habrá futuro y tiempo. Aun hay amor por rescatar.

EN MOMENTOS DIFICILES

CARTA DE UN PADRE A SU HIJO

Amado hijo:
El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme.

Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atarme mis zapatos, tenme paciencia. Recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas.

Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas palabras y sabes de sobra como termina, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño para que te durmieras, tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos.

Cuando estemos reunidos y sin querer, haga mis necesidades, no te avergüences y comprende que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. Piensa cuantas veces cuando niña te ayude y estuve pacientemente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.

No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello. Recuerda los momentos que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacerte más agradable tu aseo.

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona.

Acuérdate que fui yo quien te enseño tantas cosas. Comer, vestirte y como enfrentar la vida tan bien como lo haces, son producto de mi esfuerzo y perseverancia.

Cuando en algún momento, mientras conversamos, me llegue a olvidar de que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te impacientes; tal vez no era importante lo que hablaba y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas en ese momento.

Cuando en algún momento, mientras conversamos, me llegue a olvidar de que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te impacientes; tal vez no era importante lo que hablaba y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas en ese momento.

Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Sé cuánto puedo y cuando no debo.

También comprende que con el tiempo, ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.

Cuando mis piernas fallen por estar cansadas para andar.........dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernitas.

Por último, cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir y solo quiero morir, no te enfades. Algún día entenderás que esto no tiene que ver con tu cariño o cuanto te ame.

Trata de comprender que ya no vivo sino que sobrevivo, y eso no es vivir.

Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer.

Piensa entonces que con este paso que me adelanto a dar, estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo.

No te sientas triste, enojado o impotente por verme así. Dame tu corazón, compréndeme y apóyame como lo hice cuando empezaste a vivir.

De la misma manera como te he acompañado en tu sendero, te ruego me acompañes a terminar el mío. Dame amor y paciencia, que te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti.

Atentamente.


Tu viejo.

sábado, 25 de mayo de 2013

PARA PAPÁ

Construir nuestros sueños

 


Si nuestros sueños se hicieran realidad... ¿Cómo sería nuestra vida en la actualidad?
En el fondo del corazón, todos soñamos, todos creemos que tenemos un don, que podemos ofrecer algo especial, que podemos amar de una manera única, que podemos comunicarnos y entendernos con los demás de un modo muy singular, que podemos mejorar este mundo.
Entonces... Sigamos confiados y poniendo todo para lograr lo que queremos en la vida.
Mantengamos vivas las aspiraciones y no dejemos todo en manos del destino.
Hagamos nuestra parte del trabajo construyendo sobre los sueños, avanzando sobre las aspiraciones, sabiendo que los logros necesitan de mucho esfuerzo, de coraje, de tiempo, de aciertos y errores, de tristezas, de alegrías y esencialmente de la fe, que es ese llamado interior que te sacude y te levanta cuando bajo cualquier excusa comienzas a renunciar.

COSAS DE LA VIDA

PENSAMIENTO DE HOY

EN EL AMOR

GRACIAS

AMADA HIJA

NUNCA COMPRENDI

LA PUERTA SE CERRO, Y TU TE FUISTE

LLORANDO ME QUEDE, ME QUEDE TRISTE

EN EL LUGAR EN QUE ANTES TU ESTUVIERAS

SOLO HA QUEDADO UN MUNDO DE TINIEBLAS

Y NUNCA COMPRENDÍ, POR QUE TE FUISTE

EN EL FONDO DE MÍ, MI AMOR GRITABA

QUE TU IBAS A PARTIR QUE ME DEJABAS

MÁS MI LOCA ESPERANZA SUSURRABA

QUE NO IBAS PARTIR QUE TE QUEDABAS

Y NUNCA COMPRENDÍ, POR QUE LO HICISTE


Y ME QUEDE EN MI LECHO CAVILANDO

INTENTANDO ENCONTRAR ESE MOTIVO

QUE TE HIZO DESISTIR DE MI CARIÑO

Y NUNCA COMPRENDÍ, POR QUE LO HICISTE


SI ERA UN AMOR TAN GRANDE EL QUE NOS DÁBAMOS

SI ERA TAN INFINITO NUESTRO HORIZONTE

SI ÉRAMOS TAN DICHOSOS, VIDA

NUNCA COMPRENDERÉ, POR QUÉ LO HICISTE

PERDONAME PAPÁ


Si hay algo en esta vida
que quisiera hacer,
sería agradecerte
lo que has hecho por mí.

En verdad que he sido ingrato,
pero creo que entenderás,
porque a fin de cuentas
eres tú quien me enseño a vivir.

Eres tú la sombra que
guió mis pasos al empezar,
y eres tu también
quien me enseñará un día a morir.

Si hay algo en esta vida
que hubiera querido hacer,
habría sido el lograr
lo que esperabas de mí.

Habría sido perseverar,
luchar y lograr mi fin,
para verte a ti orgulloso
sentirme al menos en algo bien.

Quizás ya es muy tarde
para lo que voy a decir,
pero si aún sirve de algo,
perdóname.

Si hay algo en esta vida
que quisiera hacer
sería volver
a empezar a vivir otra vez

pero sólo cambiaría
lo concerniente a mi disposición
para hacer las cosas bien
y así sentirme al fin feliz de mí.

Nunca he sido precisamente
un dichado de virtud,
pero si aún sirve de algo,
perdóname,
por favor,
perdóname.

DONDE ESTAS CORAZÓN

Yo le quería con toda el alma
como se quiere sólo una vez
pero el destino cambió mi suerte
quiso dejarme sin su querer

Una mañana de frío invierno
sin darme cuenta se echó a volar
y desde entonces aún le espero
no me resigno a la soledad

¿Dónde estás, corazón?
no oígo tu palpitar
es tan grande el dolor
que no puedo llorar
yo quisiera llorar
y no tengo más llanto
le quería yo tanto y se fue
para nunca volver

Yo le quería con toda el alma
como se quiere sólo una vez
pero el destino cambió mi suerte
quiso dejarme sin su querer
tan sólo el tiempo borrar podría
aquellos años de tanto amor
y una mañana de frío invierno
la luz del alba se oscureció

¿Dónde estás, corazón?
no oígo tu palpitar
es tan grande el dolor
que no puedo llorar
yo quisiera llorar
y no tengo más llanto
le quería yo tanto y se fue
para nunca volver

Una lección de vida

 


El otro día conocí a una Señora de 86 años, hablar con ella, era recibir muy buenas energías, con aquella sonrisa tan contagiosa, dibujada en su cara, transmitía dulzura, serenidad, paz y alegría… lo que no me imaginaba era el motivo de su alegría..

…Tras intercambiar una corta, pero intensa, conversación con ella, me confesó ese motivo y sus palabras fueron : -me han dado seis meses de vacaciones- lo que tampoco me imaginaba, fue lo que me contó después y era que ella jamás había ido de médicos y últimamente, había tenido que ir bastante, por problemas bastante graves, que había tenido.. le habían diagnosticado un cáncer de hígado, ya bastante extendido y antes de la última visita, creía que iba a morir muy pronto, pero en la última, le dijeron que todavía le quedaban seis meses de vida.. y esa era su alegría. Os lo cuento tal cual me lo expresó ella…

…La verdad, me quedé sobrecogida, muy sorprendida por su reacción ante tal sentencia… le extendí mi mano y le dije lo único que podía pronunciar en esos momentos : -pues a aprovechar cada minuto- y me respondió, mientras apretaba mi mano, tiernamente, sin dejar de sonreir, ni un segundo : - eso es lo que estoy haciendo-.

Un abrazo a tod@s mis amig@s bloguer@s y a tod@ el que me lea, gracias.

domingo, 19 de mayo de 2013

Yo te extrañare.


Carta a Papá

 
Querido Papá:

Quiero contarte algo que se refiere a nosotros dos. Quiero compartir contigo algunas experiencias que viví a tu lado sin que tu lo supieras, experiencias que de alguna manera apreciaría transmitirle a mi hijo, cuando sea yo quien lo tenga.

.... Cuando pensabas que no te veía, te escuché pedirle al Ser Supremo salud y trabajo para nosotros, y aprendí que existía Alguien con quien yo podría conversar en el futuro.

.... Cuando pensabas que no te veía, te vi preocuparte por tus amigos sanos y por tus amigos enfermos, y así aprendí que todos debemos ayudarnos y cuidarnos unos a otros.

.... Cuando pensabas que no te veía, te vi dar tu tiempo y dinero para ayudar a personas que nada tenían, y aprendí que aquellos que tienen, debemos compartirlo con quienes no tienen.

.... Cuando pensabas que no te veía, te sentí darme un beso por la noche y me sentí amado y seguro.

.... Cuando pensabas que no te veía, te vi atender la casa y a todos los que vivimos en ella, y aprendí a cuidar lo que es dado.

.... Cuando pensabas que no te veía, vi como cumplías con tus responsabilidades, aún cuando no te sentías bien, y aprendí que debo ser responsable cuando crezca.

.... Cuando pensabas que no te veía, vi tus lágrimas , y entonces aprendí que a veces las cosas duelen, y que está bien llorar.

.... Cuando pensabas que no te veía, vi que te importaba y quise ser todo lo que puedo llegar a ser.

.... Cuando pensabas que no te veía, aprendí casi todas las lecciones de la vida que necesito saber para ser una buena persona y también productiva cuando crezca.

.... Cuando pensabas que no te veía, te vi y quise decir: ¡gracias por todas las cosas que vi, cuando pensabas que no te veía!

Nosotros, tus hijos.

El AMOR DE UN PAPÁ.


viernes, 17 de mayo de 2013

CONFIANZA

AUTOACEPTACIÓN

EL AMOR A LOS HIJOS

El amor a los hijos es instintivo y sin condiciones. Es el único amor que dura para siempre, el que no nos va a defraudar y el que se encuentra disponible y atento en todo momento.
Por eso cuando perdemos a nuestros padres aunque ya seamos adultos, la sensación de orfandad nos pega a todos tan fuerte.
El amor a los hijos se da por sobre entendido, suele ser a menudo un amor sin manifestaciones evidentes de cariño, amortiguado por la rutina, por lo cotidiano, por la vergüenza de expresar los sentimientos.
Los hijos necesitan que los padres le manifiesten su afecto con señales más visibles que su atención, preocupación y apoyo; o sea con palabras, con gestos, con un trato diario afable y respetuoso para poder esperar que ellos cumplan con su rol de hijos.
Esto no representa para los padres un signo de debilidad, porque cumplir con el papel de padres afectuosos que expresan su afecto, no incluye dejar de lado su rol, la firmeza de las convicciones ni la disciplina.
Existe una expectativa de rol de madre en esta sociedad, que es necesario cumplir pero en forma creativa para favorecer la salud física y mental de los hijos; y que de ninguna manera representa el ideal de madre, que es algo que no existe.
La madre tiene a su cargo la protección y el cuidado de los hijos y la función de brindarle su calor y afecto, tarea que es importante que comparta con el padre.
El hogar es la contención que necesitan los hijos y los padres tienen que estar dispuestos y atentos.
La madre tiene que delegar sus tareas a una persona responsable si trabaja y facilitar la comunicación con ella para decidir sobre las situaciones que necesiten de su intervención y el padre tendrá que cumplir la tarea de autoridad y de sostenedor.
La autoridad no significa mandar, es un rol como cualquier otro que quiere decir hacerse cargo de la disciplina y responsable de asegurar el cumplimiento de las reglas.
Cuando las reglas son claras y las cumple también el que imparte la autoridad, es difícil que los hijos las trasgredan.
Es necesario que la madre mantenga a su cargo el timón de la casa, la dirección, la organización; y ser el gerente de la empresa más importante que es la familia. Porque cuando en una sociedad no se cumplen los roles familiares se produce un desequilibrio en el grupo que lleva a los hijos a comportarse en forma errática y antisocial.
Los padres pueden tener un ejército de empleados de servicio, pero su función es intransferible.
Algunas madres se sienten culpables cuando salen a trabajar, como si abandonaran a sus hijos. Pero cuando se toma la decisión de trabajar, se renuncia al ideal de madre que se ha asimilado con la cultura, que no necesariamente es la mejor madre, y se acepta elegir el rol de madre responsable que se atreve a seguir creciendo y mejorando para su propio bien y también el de su familia.
Si no renuncia a ese ideal de madre, sentirá culpa, y esa culpa la transmitirá a sus hijos que vivirán su ausencia como un abandono.
El amor a los hijos nunca se debe manifestar con sobre protección, porque los convertirá en personas débiles que necesitarán siempre vivir a la sombra de alguien más fuerte.
Proteger es brindarle sólo lo que necesitan y no más, porque es inconveniente acostumbrarlos a los excesos.
La austeridad y la sencillez hará a los hijos menos exigentes, más capaces de afrontar las adversidades, de entender a los demás y de relacionarse, y más humildes y sensibles.
El amor no debe ser un obstáculo para ver las auténticas capacidades que tienen los hijos, porque la única forma de ayudarlos es respetando sus limitaciones y desarrollando sus habilidades específicas sin prejuicios.
Los hijos no tienen por qué ser iguales a los hijos de los demás, de hecho la diferencia es lo que los hace únicos y valiosos.
Este reconocimiento es esencial para desarrollar la autoestima en los hijos, a partir de lo que piensan sus padres, las personas más significativas para ellos.


DEFECTO DE CARACTER

REMORDIMIENTOS POR EL PASADO

El pasado quedó atrás. Fueron momentos en los que sucedieron cosas que ya no podemos modificar.
A veces se producen hechos que no entendemos o que intentamos evitar o evadir, y nuestra mente sólo busca volver a ellos una y otra vez, lacerándonos. Quedarse rememorando permanentemente lo que pasó, con culpas y remordimientos, nos atasca en ese instante y no nos permite encontrar soluciones para avanzar. También nos impide vivir el presente y proyectarnos hacia el futuro.
Que revivas una y mil veces hechos, palabras, circunstancias, sensaciones, no los modificará en absoluto. Tienes un sentimiento de insatisfacción o de dolor por algo que ya pertenece a tu historia. Esto te impide llevar la vida que querrías y obtener lo que tanto deseas.
 Si este es tu caso, te propongo una solución que funciona: pon una fecha límite para despedirte de los recuerdos de lo que sucedió. Por ejemplo, el domingo que viene. Hasta ese día, rememora, intenta subsanar lo subsanable, habla, pide perdón a otros, perdónate, llora o haz todo lo que necesites para cerrar ese capítulo de tu vida.
A partir del día siguiente, despiértate con nuevos bríos. El pasado estará en su lugar, habiendo dejado en nosotros las enseñanzas y los conocimientos necesarios. Será un día nuevo, distinto, sólido, en el que comenzarás a proyectar tu vida hacia adelante, con el corazón y la mente abiertos a nuevas oportunidades y a nuevos comienzos.
¿Estás lista (o listo) para dejar el pasado en su lugar?

domingo, 12 de mayo de 2013

ACEPTACIÓN

PRIMER PASO

EL PRIMER PASO HACIA LA ESPIRITUALIDAD

 
Si se siente abrumado por el stress cotidiano y su cerebro no puede dejar de trabajar, intente devolver la paz a su mente a traves de la meditacion.

Nuestra mente se parece a un oceano recorrido por las olas de su actividad: emociones, contradicciones, pensamientos, sensaciones, temores y expectativas. Estas turbulencias no dependen pura y exclusivamente de nosotros sino que estamos influenciados por todos los desequilibrios que nos rodean.
Cuando no vemos abrumados por estas influencias negativas o, conscientemente, ahogamos nuestra espiritualidad, el equlibrio se rompe y la mente provoca señales físicas de alarma: dolores extraño, insomnio, irritabilidad incontrolable, etc. A la mayoría de las personas sólo se les ocurre consultar a los medicos, cuando lo que necesitan es desconectar la mente para poder sentir el silencio y la paz interior, donde están todas las respuestas. Si realmente quiere saber lo que le ocurre no hay más remedio que mirar hacia adentro, comprendernos a nosotros mismo, aclarar nuestras aspiraciones, simplificar nuestros deseos y encontrar el proposito de nuestra existencia. Esta es la mirada interna y la meditación es uno de los mejores caminos para lograrla.

PARA RECORDAR

PENSAMIENTO PARA HOY

MEDITACIÓN

EN PAZ

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

lunes, 6 de mayo de 2013

POR AMOR

BELLA REFLEXIÓN

Escucha entonces la sabiduría del sabio:

DESIDERATA




 “Camina plácidamente entre el ruido y las prisas,

y recuerda que la paz puede encontrarse en el silencio.

Mantén buenas relaciones con todos en tanto te sea posible, pero sin transigir.

Di tu verdad tranquila y claramente;

Y escucha a los demás,

incluso al torpe y al ignorante.

Ellos también tienen su historia.

Evita las personas ruidosas y agresivas,

pues son vejaciones para el espíritu.

Si te comparas con los demás,

puedes volverte vanidoso y amargado

porque siempre habrá personas más grandes o más pequeñas que tú.

Disfruta de tus logros, así como de tus planes.

Interésate en tu propia carrera,

por muy humilde que sea;

es un verdadero tesoro en las cambiantes visicitudes del tiempo.

Sé cauto en tus negocios,

porque el mundo está lleno de engaños.

Pero no por esto te ciegues a la virtud que puedas encontrar;

mucha gente lucha por altos ideales

y en todas partes la vida está llena de heroísmo.

Sé tu mismo.

Especialmente no finjas afectos.

Tampoco seas cínico respecto al amor,

porque frente a toda aridez y desencanto,

el amor es tan perenne como la hierba.

Acepta con cariño el consejo de los años,

renunciando con elegancia a las cosas de juventud.

Nutre la fuerza de tu espíritu para que te proteja en la inesperada desgracia,

pero no te angusties con fantasías.

Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.

Más allá de una sana disciplina,

sé amable contigo mismo.

Eres una criatura del universo,

al igual que los árboles y las estrellas;

tienes derecho a estar aquí.

Y, te resulte o no evidente,

sin duda el universo se desenvuelve como debe.

Por lo tanto, mantente en paz con Dios,

de cualquier modo que Le concibas,

y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones,

mantente en paz con tu alma

en la ruidosa confusión de la vida.

Aún con todas sus farsas, cargas y sueños rotos,

éste sigue siendo un hermoso mundo.

Ten cuidado y esfuérzate en ser feliz”.

10 DE MAYO 2013

QUIERO

"Quiero que me oigas, sin juzgarme.
Quiero que opines, sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mí, sin exigirme.
Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mí.
Quiero que me cuides, sin anularme.
Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mí...
Quiero que me abraces, sin asfixiarme.
Quiero que me animes, sin empujarme.
Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mí.
Quiero que me protejas, sin mentiras
Quiero que te acerques, sin invadirme...
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten,
que las aceptes, y que no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas que hoy, por lo menos hoy, tú puedes contar conmigo...
Sin condiciones."

domingo, 5 de mayo de 2013

PENSAMIENTO POSITIVO

El sacrificio de una madre

 




Estaba sola, a sus tiernos 17 años ya era madre de un niño pequeño y llevaba otro en el vientre. Perdió a su madre, ella no sabía oficio alguno, y ¿quién la iba a emplear con un niño pequeño y otro en el vientre? Qué difícil es conseguir el pan cuando se es joven y desamparada. Su niño le pedía comida y ella se desgarraba en su dolor.
Aquella tarde con su gran barriga fue a la iglesia, la enorme panza le hizo difícil hincarse pero una vez de rodillas, lloró con profunda tristeza, luego miró el cristo crucificado y le dijo (pensando en el hambre de su niño, y en su propia hambre):
- Padre, yo no quisiera, pero en cuanto este niño nazca ya decidí lo que haré, mientras tanto pediré limosna si es necesario.
Y en verdad, hubo días que no tuvo que hacer, otros en cambio lavaba ropa ajena, limpiaba los vidrios de los carros, cualquier cosa y cuando su niña nació, una esquina oscura fue el testigo fiel de una más que se dedicó al más antiguo de los oficios. Al principio fue difícil, pero sus hijos necesitaban muchas cosas. Y así, con mucha humildad pero mucho amor, les dio siempre lo necesario, aún a costa de su propio sacrificio.
Los años pasaron y cuando sus hijos crecieron, ella orgullosa de verlos ya casi profesionales, pensó en que había llegado el tiempo de descansar. Aún era joven, pero la vida que llevaba la había envejecido, y estaba enferma de tanto sufrir. Pero un día, una mala lengua, de esas que no sienten vergüenza de clavar en los demás el dolor de sus puñales malintencionados, le contó un día a la joven el pasado de su madre. Esa noche, cuando volvía cansada a casa, y las gruesas gotas de una tormenta caían en los techos de las casitas del barrio, la primera mirada que encontró al entrar fue la de su hija, quien al verla le dijo:
- ¡Vete no quiero verte, hoy supe que eres una prostituta, vete porque no eres digna del amor de tus hijos, me das asco!
Ella no supo que responder, sabía que un día lo sabrían, siempre lo temió y siempre pensó que la reacción de ellos no sería agradable. Pero darles asco, eso no, esa palabra fue un puñal que certero se clavó en su alma, y corrió, corrió bajo la lluvia que parecía compartir con ella su dolor derramando en su rostro, un copioso llanto.
Cuando empezó a amanecer, ella lloraba aún sentada en la cuneta, varias cuadras lejos de su casa. De pronto, una cálida sábana le cubrió la espalda y al volver, vio al mayor de sus hijos:
- Madre, toda la noche te he buscado, ven, volvamos a casa.
- No -le dijo-, tu hermana me desprecia, no sé si tú ya lo sepas.
- ¿Saber qué? Yo sólo sé que te quiero mucho, nada que venga de ti me avergüenza. Tú no eres más que una mujer valiente que se enfrentó a la vida como pudo para dar de comer a sus hijos.
Esa mañana los hermanos pelearon como nunca, ante la angustiada mirada de su madre:
- ¡Que se vaya! ¿No ves que es una cualquiera?, ¿no te da pena su oficio? A mí me da vergüenza que mis amigos sepan lo que ella es, y ya poco me falta para ser una profesional.
- Pues vete con tus amigos que yo me quedaré a cuidarla. Yo no me he olvidado de las veces que se sacó el pan de la boca para dárnoslo y de las noches que veló junto a nuestra cama cuando estábamos enfermos. Tú y yo no tuvimos padre porque nos abandonó, pero en cambio tuvimos una madre que todo nos lo dio, ¿o es que alguna vez te faltó algo? Yo sólo sé, que lo que soy se lo debo a ella. Si tú la desprecias, pues vete que yo la amaré por los dos. Y así fue.
Los días y las noches de un largo año pasaron, y aquella muchacha que con ímpetu de conquistador salió de su casa segura de sí misma, nunca se graduó, pero en cambio encontró el amor. El amor traidor de un hombre que después de burlarse de ella aprovechándose de su inexperiencia, la abandonó, -como un día otro cobarde abandonara a su madre- dejándola con un hijo en el vientre, sola como aquella a la que tan duramente había criticado, con hambre también, y peor aún porque el remordimiento de la crueldad con su madre la atormentaba tanto, que había envejecido rápidamente. Por hambre y por remordimiento volvió al hogar.
Entró a la casa (de la que aún conservaba las llaves), su hermano sentado en el comedor la miró fijamente, pero no había en su mirada reproches sino amor.
- Vengo -le dijo-, a pedirles perdón a ti y a mi madre, a quien tanto hice sufrir.
El hermano bajó la mirada un momento, y luego le dijo:
- Sígueme.
La joven lo siguió varias calles hasta llegar a un cementerio, y ahí entre las primeras tumbas de la entrada, blanca se erguía la tumba de su madre.
- ¡¡¡Nooo!!! Gritó espantosamente, porque se le desgarró el alma, y llorando se echó sobre la tumba, besó la tierra y arañando el cemento pedía perdón. ¿Por qué?, se preguntaba, ¿por qué no pude ver a mi madrecita por última vez?, ¿por qué no pude pedirle perdón de rodillas, besar su frente, velar su cuerpo? ¿Por qué te fuiste madrecita sin yo decirte mi último adiós? Allí postrada sobre la tumba de su madre lloró el llanto más amargo de su vida.
El hermano, que a pesar del dolor conservaba la calma, le dijo:
- ¿Sabes? hasta en el último momento te llamó, aquella noche de lluvia le hizo daño, le dio pulmonía. Pero no llores, ella nos ha perdonado a los dos, yo también fui culpable por no perdonarte, no te busqué aunque ella me lo suplicó muchas veces, y la dejé consumirse de tristeza.
Pero aún en su lecho de muerte, ella te bendijo, y me pidió que si volvías te recibiera con los brazos abiertos, como ella lo hubiera hecho, y que de ahí en adelante fuéramos unidos y nos amáramos como siempre nos enseñó.
Los hermanos se retiraron lentamente, y no pudieron escuchar que en la brisa suave que acariciaba sus frentes su madre les bendijo por última vez.
La madre no es buena ni mala: es madre. No nos toca a nosotros como hijos juzgar sus actos, porque es la propia vida la que con profundas heridas nos cobra el dolor que le hayamos causado. No olvidemos que después de Dios, sólo tenemos el amor de nuestra madre.
Si aún conservas a tu madre, venérala como un ángel, y si ella te lastima perdónala, pero jamás la señales, jamás la ofendas, jamás la desprecies, ni te avergüences, porque el llanto de remordimiento que has de llorar, ese es en verdad el llanto más amargo.

viernes, 3 de mayo de 2013

PAZ INTERIOR

¡Cuantas veces nos sentimos tristes o sin ganas de nada!; puede ser por falta de paz interior en nuestro corazón. Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo, sin grandes satisfacciones, o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."

SE TU MISMO

Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento: ¡TU MISMO"! Tú eres la única persona que puede hacer una revolución en tu vida. Tú eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y tú eres la única persona que se puede ayudar a si mismo. El mundo es como un espejo, que devuelve a cada persona, el reflejo ...de sus propios pensamientos. “La manera como tú encaras la vida es lo que hace la diferencia
Cuida los minutos, que las horas ya cuidarán de sí mismas,no pierdas una hora, porque no estás seguros de un minuto.

¿COMO ES TU CORAZÓN?

 



Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamo poseer el corazón más hermoso de la comarca. Una gran multitud se congrego a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en el ni máculas ni rasguños. Era el corazón más hermoso que hubieran visto.


De pronto un anciano se acerco y dijo: ¿Por qué dices eso, si tu corazón no es tan hermoso como el mío? Sorprendidos, la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y estos habían sido reemplazados por otros que no correspondían, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor. La mirada de la gente se sobrecogió - ¿cómo puede el decir que su corazón es más hermoso?, pensaron...


El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. "Debes estar bromeando", dijo.
"Comparar tu corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."



Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo... Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mí corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido."


"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos - dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día tal vez regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón."


?¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso??. El joven permaneció en silencio, lagrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección. El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.

Y el tuyo como es?

REFLEXIÓN



Si quieres mejorar tu vida, debes correr tu propia carrera. No importa lo que la gente pueda decir de ti. Lo importante es lo que te digas a ti mismo. No te preocupes de las opiniones ajenas siempre y cuando sepas que estás haciendo lo correcto. Puedes hacer lo que gustes mientras a tu conciencia y a tu corazón les parezca justo. No te avergüences de hacer lo que consideras correcto; decide lo que está bien y aférrate a ello. No caigas en el hábito de medir tu propia valía en función de la valía de los demás. “Cada segundo que inviertas en los sueños de otro, te estás apartando de los tuyos.”

AMOR DE MADRE

 





De niños creemos que mamá todo lo puede, que no siente cansancio, que no sufre... esa imagen que guardamos de ella con el tiempo no coincide con la que vemos cuando pasan los años... Entonces descubrimos que mamá también sufre, se cansa, está triste, no tiene fuerza, calla ocultando el dolor...

La vemos como un héroe sobrevivir a grandes tragedias, llevarnos de la mano conteniéndonos y mostrándonos la vida siempre del lado más bello...

De niños no entendemos sus lágrimas... de adultos nos preocupan... o no las comprendemos...

Así como nosotros necesitamos tantas veces de la protección de esos brazos fuertes, de la comprensión de nuestros gestos o de nuestros silencios, de nuestro dolor... ella también nos necesita...

Por eso debemos detenernos y observarla... abrazarla y hacer que sienta que estamos allí... que nos importa, que es valiosa... y de esta forma regresaremos a ella el más hermoso sentimiento que nos enseñó, el sentimiento que lleva paz y tranquilidad en los momentos difíciles de la vida, el que nos contiene, el que minimiza el dolor, el que nos hace luchar por nuestros sueños e ideales... pero por sobre todo nos enseña a dar sin pedir nada a cambio: El Amor.

GRACIAS

Amigos que me visitan


 A todos, por los momentos que hemos compartido momentos llenos de sentimientos, pensamientos, sueños, anhelos, secretos, risas, lágrimas, y sobre todo, amistad. Cada preciado segundo quedará atesorado eternamente en mi corazón. Gracias por dedicarme tiempo, tiempo para demostrar tu preocupación por mí, tiempo para sonreir y mostrarme tu afecto. Gracias por ser lo que sois, unas personas maravillosa.