viernes, 22 de noviembre de 2013

PARTE DE LA REALIDAD ES

 Todos Con Buen Cuerpo

EL AMOR ES ASI

 Frases E Imagenes De Desconfianza

SON COSAS DE LA VIDA

 Quien Quiere Llegar Busca Caminos

PALABRAS SABIAS

 Dalai Lama

EN TODAS NUESTRAS ACCIONES

 Las Palabras Se Las Lleva

LOS CAMBIOS

 Estoy Haciendo Varios Cambios

REFLEXIÓN

 Arruinar El Presente

LAS METAS

 Palabras Y Accion

MOTIVACIÓN

 Frases Optimistas

EL SECRETO

 Frases de superación El Secreto De La Felicidad

MANTELO SIMPLE

 Superacion Exito

UN ABRAZO

 Un Abrazo Vale Mil Palabras Un Amigo Mas

UN ABRAZO

 Un Abrazo Vale Mil Palabras Un Amigo Mas

CARTA A SANTA CLAUS


miércoles, 13 de noviembre de 2013

MI DULCE NIÑA


PARA MI NIÑA LINDA


TE QUIERO HIJA


SE SOLICITA UN HOMBRE


EL REGALO MÁS GRANDE


EL DÍA QUE ME VOVÍ INVISIBLE


EL ULTIMO BESO


RECIBI FLORES HOY


PODER Y CONTROL

VIOLENCIA FISICA

LA RUEDA DEL PODER Y CONTROL

HOJA INFORMATIVA.


R: Tenía mi sillita en un armario y me sentaba ahí, yo y mi pipa.
R: Usamos marihuana todos los días. Consumí mucha cocaína. Cuando consumía cocaína, todo
lo que yo quería era la siguiente línea. No me importaba poner a los/as niños/as en el camión
o llevarlos/as a la escuela. Perdí a mis hijos/as.
R: Fui una persona que se emborrachaba y perdía el conocimiento desde la edad de 15. Mí
alcoholismo era estar en mi casa tomando vino todo el día. Me podía tomar un galón entero.
Pensaba que estaba loca. Realmente no pensaba, bueno, era el alcohol.
R: Un día no quería tomar y tenía que. Sentía mucho miedo. Temblaba. Estaba realmente
nerviosa, y sabía que tomando me compondría.
P: ¿Viste alguna relación entre el consumo de sustancias y el abuso en contra de la mujer?
Por ejemplo, ¿Bebiste o te drogaste para ayudarte a sobrellevar tus sentimientos del
abuso en contra la mujer?
R: Cuando él se enojaba y empezaban las peleas, era más fácil para mí irme al cuarto de atrás y
drogarme y tratar de olvidarme de todo.
R: Para mí, el consumo de sustancias al principio, fue por violación, y así aprendí a rivalizar con
cualquier tipo de abuso, drogándome, y todo estaba bien.
R: Estaba muy sola. No tenía amigos. No tenía a nadie con quien hablar. Así empecé a fumar
más, drogándome más seguido, con todos los aspectos del abuso, entre el aislamiento, el
abuso físico, el abuso sexual. De ésta manera, no sentía dolor. No sentía ningún tipo de culpa.
No sentía nada. No quería sentir.
R: Solamente no quería estar consiente de mis acciones ni las de él.
R: Todo lo que sé, cuando estaba siendo abusada, que yo quería era más y más. La marihuana no
era suficiente. Entonces empecé con el crack. Era más fácil estar drogada y adormecida y no
tener que lidiar con eso. Las drogas fueron las que me hicieron olvidar del abuso, hacer el
miedo a un lado, y el terror que yo tenía por el abuso, esa era mi única escapatoria. Era la
manera de alejarme de mi esposo y no sentirme atrapada.
R: He sabido, por 10 años, que tuve un serio problema con las drogas pero no estaba dispuesta a
dejarlo por que era mi única manera de sobrellevar las cosas. La droga no dolía tanto como la
realidad.
P: ¿Tu compañero abusaba de drogas y alcohol? Si es así ¿Viste alguna conexión entre su
consumo de sustancias y la violencia?
R: El sótano nunca estuvo a mi disposición. Nunca me permitió ir ahí. Era adicto a las drogas y
ahí mantenía la mayoría.
R: El tomaba y fumaba marihuana empedernidamente. También usaba otras drogas. El abuso
continuó. No solamente cuando estaba borracho. Digo en tiempos con mucha presión. MeHoja informativa 265
lastimaba, y recuerdo que yo estaba acostada, embarazada, sollozando, mientras él tomaba
entre el olvido.
R: El abuso aumentó, especialmente cuando estaba saliendo de la coca, o si tenía una cruda de la
coca.
R: Era violento cuando no tomaba, pero más violento cuando tomaba. Cualquier cosa por
pequeña que fuera le molestaba. Se despertaba y quería más alcohol. Y entonces el ciclo
volvía a empezar. Yo seguía pensando, con todo mi corazón, que si él dejaba de tomar la vida
sería mucho mejor. He llegado a la conclusión de que si una persona va a tomar o no, es su
decisión.
R: Si tú haces que el agresor esté sobrio pero no tiene tratamiento para sus problemas, ¿entonces
qué tienes? Tienes a un agresor sobrio. Y ahora él lo sabe.
P: ¿Encontraste que el consumo de sustancias se interpuso en el camino de tus esfuerzos
para poder con la agresión o para sanar de otras formas de abuso?
R: Se interpuso en mi camino. Dejé el albergue porque él compró una bolsa de cocaína. Y
entonces, otra vez, ahí estaba de regreso en la misma relación abusiva. Quería ser fuerte, y
aunque quería estar fuera de la relación, mi adicción me llevó de regreso.
R: No tenía tiempo para sanar. Porque cada vez que bebes, no hay un crecimiento emocional. O
solamente piensas ver un problema como es el alcoholismo o la violencia doméstica. Sólo
empiezas ver la agresión sexual y es tan doloroso. Tomas hasta que el dolor se duerme.
Nunca desaparece. No se puede luchar con eso. Se mete debajo del tapete, y sale una vez y
otra vez.
R: Ciertamente lo hizo más difícil sobrellevarlo.
R: Primero busqué ayuda para salirme del abuso. Mientras estaba en el refugio, una de las cosas
que se tenían que cumplir era que no se consumiera alcohol ni drogas. Y ya estaba teniendo
muchos problemas sin drogarme. Entonces dejaba mi pipa y todos los productos en mi auto.
Me subía al coche y dos cuadras más adelante, me detenía en un estacionamiento del
Safeway (en inglés) y ahí me drogaba.
R: Las drogas son una forma de controlarte. Si te mantienen en las drogas, consumiendo o con
una adicción, te están controlando. Como las cuerdas de una marioneta. Te mantienen bajo
control porque quieres otro toque. Quieres esa otra bebida.
R: Y tomando me mantenía en la relación por más tiempo. Cuando estas tomando y estas en él
circulo vicioso, el otro circulo vicioso no importa. Todo lo que me importó era el otro trago.
R: Por el consumo de drogas, no aceptaba o no veía la violencia. Mí cabeza no estaba limpia lo
suficientemente para ver la realidad de la situación.
R: Para mí, una vez que levantaba el alcohol u otra sustancia, era como si el plan de seguridad
fuera arrojado por la ventana.266 Hoja informativa
R: Me mantenía aislada, me quedaba en mi casa, en mi cuarto con las cortinas cerradas. Además
de que él me tenía aislada y encerrada. Pero creo que lo más grande fue que no me dejaba
salir y buscar la ayuda que yo necesitaba. Ahora, limpia y sobria, sé que es más fácil para mí
conseguir esos recursos.
P: ¿Encontraste que el maltrato ú otro tipo de abuso se puso en el camino de tus esfuerzos
para recuperarte del consumo de sustancias? ¿Alguna vez fue el motivo de una recaída?
R: Cada vez que pensé en buscar una nueva relación, solamente quería beber.
R: Creo que el problema de la vergüenza que sentía, y no lidiar con las agresiones sexuales. Al
principio de la sobriedad veía esto. La conexión no se hizo clara hasta que estuve en
recuperación por un tiempo.
R: No poder ir a las reuniones. No poder salir con gente que no bebe.
R: Asistir a reuniones sería algo que él nunca toleraría porque habría otros hombres ahí. Algo
pudiera pasar. Por eso su control me dificulto hacer lo que necesitaba hacer.
R: Lo logré por 30 días. En el momento que me salí del ambiente sano estaba de regreso con él y
para la media noche, ya estaba consumiendo.
R: Yo creo que necesitaba más que el programa de Doce Pasos.
R: Tú puedes hablar acerca de todas estas cosas maravillosas espiritualmente, pero si no tienes
comida y no sabes en donde vas a dormir, y estás corriendo por tu vida, no tienes tiempo para
nada de eso. Solamente estas atrapada para sobrevivir.
R: Este hombre trató de estrangularme. Después de eso, recaí por todo un año, después, estuve
con que sí y no con las recaídas.
R: Yo creo que cuando dejas de negar las cosas que te han pasado en tu vida, desde el principio,
desde el incesto, empiezas a dejar de negar las cosas que te pasaron hace un par de años. Las
relaciones enfermizas y abuso de drogas, y la destrucción de uno mismo. Creo que en ese
momento, pude empezar a recuperarme.
P: ¿Recibiste mensajes de otras personas culpándote del maltrato y del abuso?
R: Si, recibí ese mensaje de mi familia, de mis amistades y de mi agresor. Siempre era mi culpa.
R: El me decía que estaba fea. Me dijo que era una mala esposa. Me dijo que era una madre
inepta.
R: Te dije que te callaras y no te callaste. O, todo lo que tenías que hacer era cocinarme tocino.
O, no te pegue tan duro.
R: Yo elegí casarme con un hombre del otro lado de las vías. Aguántate.Hoja informativa 267
R: A mis padres y a mi familia les caía bien. Decían que era mi culpa que bebiera, porque yo lo
molestaba. No lo trataba bien. Esa fue la razón por la cual me rompió la cara, la nariz, la
quijada. Yo hacía algo que causó que me pegara. Era mi culpa.
P: ¿Lo creíste?
R: Me dijo que era mi culpa que él me lastimara. Y le creí. Después de todo, no se enojaba con
nadie más, y no le pegaba a nadie más que a mí.
R: Pasaba poco a poco. Me decía regularmente que sí no hubiera hecho las cosas de esa manera,
no lo haría. Por mucho tiempo hasta llegué a pensar que estaba loca. Y de verdad empecé a
pensar, que sí hacia las cosas correctamente, podía evitar que me pasaran estas cosas.
R: Parte de su abuso fue lavarme el cerebro y era muy bueno para hacerlo.
P: ¿Recibiste algún mensaje de otras personas culpándote del maltrato, de la agresión
sexual o del abuso porque tomabas o te drogabas?
R: Siempre me decía que la razón por la que abusaba de mí era debido a mí consumo de drogas,
pero su consumo no era un problema, o él me traía las drogas.
R: El no admitía que me estaba maltratando. Pero decía ‘tú te drogaste, te mereces que te den
una golpiza’. Mi mamá siempre estuvo de su lado. Ella sabía de mi consumo de marihuana y
cocaína, y decía ‘¿Qué hombre va a poder contigo con las cosas que haces?’ Y lo mismo
recibí de mucha gente. Siempre era yo, lo merecía porque no era una buena madre, consumía
drogas, me iba a las tabernas y me estaba toda la noche, y dormía todo el día. Sí, mensajes
muy fuertes.
R: Había sido violada, violada por una pandilla, tenía 17 años y había estado consumiendo. Ni
siquiera me di cuenta que había sido una violación hasta que una mujer me lo dijo. Me dijo
que siempre que yo tuviera sexo sin mi consentimiento era una forma de violación. Y lo que
hubieran dicho unas mujeres, ‘sí no te hubieras puesto en esa situación entonces no te hubiera
pasado. ¿Qué esperabas?’
P: ¿Creíste estos mensajes?
R: Si, lo creí por mucho tiempo. El me decía que yo era la que estaba loca, y que siempre iba a
ser así si seguía consumiendo drogas. Por eso era mi culpa que se enojara. Cuando en verdad
me metí en el crack, llegaba al punto de querer suicidarme. Y entonces él no podía
sobrellevar la situación con los cambios de mi humor y cosas como esas.
P: ¿Cuándo trataste de buscar ayuda para la violencia, tuviste problemas? ¿Cómo
respondieron las personas?
R: La policía venía y decía, ¿Por cuánto tiempo han estado juntos? Olvídenlo. Dense un beso y
hagan las paces.268 Hoja informativa
R: Venimos de un pueblo pequeño, y cuando me divorcie, el juez me dijo, nosotros no
mencionamos violencia doméstica en esta corte.
R: La primera vez que trató de matarme, fuimos con un psiquiatra, terapia familiar, y lo saqué
de la casa. El psiquiatra lo quería de regreso en la casa, nos dijo que podríamos arreglárnosla.
R: Fui a la iglesia y les dije que temía por mi vida, y pregunté si alguien podía ir conmigo para
recoger a mi gato y mis cosas. La gente de la congregación me dio una palmada en la cabeza
diciéndome, ‘Todo está bien’. Negando que el abuso estaba sucediendo. Hizo que yo le diera
la espalda a mi fe.
R: La gente tiende a voltear la cara. No es algo que ellos quieren ver. Lo niegan.
P: ¿Hubo obstáculos personales que se interpusieron en el camino para que obtuvieras
ayuda por el maltrato o por el abuso sexual?
R: Nunca pensé que podía tener la suficiente fuerza para dejarlo. Nunca supe que podría. No
tenía los recursos que tenemos ahora. No sabía que la violencia doméstica es un delito. No
tenía idea.
R: Tenía mucho miedo estando sola, muchísimo. Es cosa de ser madre. Tres hijos/as, y los
ingresos me mantenían ahí también. Pensé que la única cosa que podía hacer era quedarme y
hacer lo que estaba haciendo. Tú sabes, la violencia doméstica apenas está brotando en
nuestra sociedad. Hasta que la policía me dijo del refugio para las mujeres maltratadas, no
sabía que había ayuda, y creo que no tenía mucho conocimiento de la ayuda para el consumo
de sustancias tampoco. No sabía.
P: ¿Qué te detenía para que obtuvieras ayuda para el consumo de sustancias?
R: Los sentimientos de aislamiento por ser alcohólica, la vergüenza internalizada, y luego la
vergüenza internalizada que yo tenía por la violencia doméstica.
R: En su mayoría, lo más importante era lo que la gente pensaría. Por mucho tiempo la
vergüenza me mantuvo lejos de obtener cualquier tipo de ayuda que yo pudiera necesitar.
Solamente me sostuve adicta.
R: Pensaba que los/as alcohólicos/as eran las personas viviendo en los canales, los/as
borrachines/as que empujan sus carritos de las tiendas con todas su cosas. Y pensaba que
como yo tenía trabajo, auto, todo lo necesario, estaba muy bien.
R: No pensé que la marihuana era adictiva.
R: ¿Cómo te puedes levantar en las mañanas y no darte un toque?
R: Y negarlo es impresionante. De verdad lo es. Si no lo quieres ver, o no puedes manejarlo,
entonces simplemente no está pasando.Hoja informativa 269
P: Cuando estabas tratando de recuperarte, ¿tu pareja trató de poner obstáculos en tu
camino?
R: O sí. Porque fue muy difícil para mí cuando deje de hacerlo la primera vez. Fueron difíciles
los primeros 30, 60 días. Cuando hablaba con él por teléfono, siempre me decía, todo lo que
tienes que hacer es decirme, y yo te consigo más. Me decía, eso es todo lo que necesitas, un
par de toques con la pipa o un par de rocas y estarás bien.
R: Deje de hacerlo y logré la sobriedad y empecé a trabajar, y a guardar dinero para salirme de
la relación. Y creo que él se dio cuenta. Se volvió más exigente. Sus intentos de control
aumentaron. Su abuso a los/as niños/as aumentó cuando yo no bebía. Sus intentos parecían
más desesperados.
P: ¿Qué te llevó finalmente a pedir ayuda?
R: Este hombre solamente me golpeaba. Mi hija, la mediana, se metía entre los dos todo el
tiempo, y él me alcanzaba sobre ella para jalarme el cabello. Entré a su cuarto para ver cómo
estaba, y estaba escondida debajo de la cama. Me di cuenta que los/as estaba afectando.
R: Los momentos buenos eran cortos y más cortos, y el abuso duraba más y más. Ya no podía
soportarlo.
R: Cuando estaba consumiendo, no podía pedir ayuda, ni pensaba que la necesitaba. Sin
consumir pude sentir otra vez, y cuando sentí otra vez, sabía que necesitaba ayuda, porque el
dolor estaba ahí. Y es cuando pedí ayuda. Si no hubiera dejado de consumir, nunca hubiera
pedido ayuda.
P: ¿Qué te llevó a pedir ayuda para el consumo de sustancias?
R: La decisión entre dejar de hacerlo o vivir en las calles. En ese momento, fumaba crack
cocaína. Estaba devastada por el uso, solamente quería realmente librarme de eso.
R: Una vez que me salí de esa violencia, sabía que lo siguiente era dejar de consumir sustancias.
Y entonces, cuando decidí que quería dejar las drogas también, las intercesoras del refugio
estaban ahí y me ayudaron a obtener tratamiento.
P: ¿Crees que es importante hablar de la violencia y el abuso a la misma vez?
R: No creo que hubiera podido lidiar con un sólo problema. Era crítico que tratara la violencia
doméstica para salirme, porque se estaba poniendo peor y peor. Pero no hubiera podido tratar
con la violencia doméstica si todavía estaba drogada.
R: Tienes que abstenerte, por lo menos un poco, para poder ver hasta la violencia doméstica.
Pero si no te abstienes, no ves esos problemas, no vas a estar sobria, no en mucho tiempo.
R: No hubiera podido recuperarme del consumo de sustancias si todavía estuviera siendo
abusada física y mentalmente porque regresaría a consumir. Por eso van de la mano. No me270 Hoja informativa
hubiera recuperado de una a menos que hablara de la otra, y viceversa.
R: Sin beber, no puedo lidiar con los problemas del abuso, y sin tratar los problemas del abuso,
regresaría a consumir.
R: Dejar los químicos me ha facilitado otras situaciones para levantarme otra vez.
P: ¿Qué ha sido lo qué más te ayudó para hablar del consumo de sustancias y del abuso
contra la mujer?
R: Estoy asistiendo a un grupo de violencia doméstica que también habla de los problemas de la
dependencia química. La violencia doméstica y el abuso de las drogas tienen rasgos muy
similares.
R: Tú minimizas las cosas. Negarlo. Todo lo que va en la dependencia química, lo tienes en la
violencia doméstica también.
R: Ahora recibo mucha ayuda en ambos problemas.
R: Aceptando las sugerencias y ayuda de otra gente. Estando limpia y abstinente y viendo los
potenciales que tengo.
R: Realmente ayuda estar limpia y poder hablar acerca de lo que está sucediendo.
R: Ayuda en que conozcas que no eres la única que está pasando por eso. Y que alguien más
sobrevivió. Y que alguien más ha hecho una vida.
R: Tratan de hacerte sentir que vales o que sirves.
R: Alguien quería mostrarme apoyo, escucharme, no gritarme, sólo buscar opciones.
Mostrándome amor, empecé a amarme yo misma. No merecía ser castigada, las continuas
malas relaciones, el continuo abuso de drogas, y la vergüenza y la culpa que sentí de todo
eso. Me merezco mejor. También estaba bien sanar de todo eso.
R: Al principio se siente como si fuera el fin del mundo, pero en realidad es el comienzo de una
nueva vida.
P: ¿Cuál ha sido tu experiencia con los grupos de apoyo? ¿Te han animado para que
hables de estos problemas? ¿Cómo manejas la situación?
R: Tengo una madrina en el programa Doce Pasos. Y ella es sobreviviente de violencia
doméstica y ha estado en recuperación por 14 años.
R: Estoy determinada en vivir libre de violencia y drogas, por eso sin importar la clase de
reunión a la que voy, hablo de lo que necesito hablar. Todo el tiempo hablo de violencia
doméstica, también hablo de mi dependencia química. He ido a grupos y digo lo que siento
que tengo que decir. En las reuniones a las que asisto hablan de ambos temas.Hoja informativa 271
R: Para los sobrevivientes de violencia doméstica, probablemente los grupos para las mujeres
son más seguros.
R: Cuando estaba a salvo de hablar de la dependencia química y violencia doméstica.
R: Especialmente con otras mujeres que han tenido los mismos problemas, las que conocen del
abuso, todos los aspectos del abuso.
R: Entre más veces digas tu historia, lo que hiciste para obtener la sobriedad, entre más lo oigas
te hace más fuerte. Y entre más lejos estemos del agresor, y entre más educación
obtengamos, y entre más hablemos con otra gente acerca de eso, nos hacemos más fuertes, y
nos damos cuenta.
P: Muchas mujeres han mencionado los problemas qué encontraron cuando buscaron
ayuda la primera vez. ¿Has hecho algo personalmente para tratar y cambiar las
actitudes hacia la dependencia química o violencia en contra de la mujer?
R: Ser una madrina en el programa AA. Solamente hablando con la gente nueva que viene.
R: En las reuniones, sólo compartiendo mi experiencia de hoy, comparada a cuando me di
cuenta por primera vez que necesitaba hacer algo acerca del problema.
R: Cuando estoy ayudando a otra gente, es para mantenerme consciente de donde estoy en mí
programa y lo que estoy haciendo para mantenerme limpia y abstinente.
R: Por todas las cosas por las cuales he pasado, mí jornada personal, la ley, la policía y el
sistema judicial, quiero involucrarme en un cambio que tenga efecto.
R: Trabajando con otros adictos y mujeres maltratadas y mujeres con situación de calle, es mí
curación de todos los días.
R: Poner la información de violencia doméstica en todos lados. La he puesto en donde se me
ocurre. La he puesto en las escuelas, en bibliotecas, en tiendas de alimentos, en cines, en la
oficina del dentista, en la agencia de autos, en los centros de información turística. Tú dime, y
ahí lo puse.
P: ¿Que dirías hoy qué es lo mejor acerca de estar a salvo y abstinente?
R: He ganado más confianza en mí misma y he aprendido más acerca de mí. Todavía se siente
soledad. Silencio. Pero es mejor que estar drogada, discutiendo y peleando todo el tiempo. Ya
no tengo que correr y esconderme en un ropero.
R: Mi hija más joven regresó. Vive conmigo. Mi hija mayor se casa y mi hija mediana estudia
en la universidad. Fui bendecida en hablar con 3,000 adolescentes este otoño en una
convención. Nada, ni una línea de cocaína, ni un cigarrillo de marihuana, ni las drogas, ni los
hombres, me dieron el sentimiento que sentí al hablar con estos niños/as.
R: Puedo pensar claramente. Tengo una sensación de realidad. No soy fácilmente persuadida. Es272 Hoja informativa
más fácil para mí darme cuenta de las situaciones inseguras y de la gente dudosa. Estando
abstemia, estoy más al pendiente de lo que está pasando a mí alrededor. No tengo que estar
en otra relación abusiva y no tengo que dejar que la gente me trate de esa manera.
R: Soy una persona muy inteligente, y no me había dado cuenta. Nunca me había dado cuenta de
que inteligente yo era.
R: Soy mi propia asesora, me di cuenta de eso.
R: Tengo muchas amigas y nunca había tenido amigas. Nunca.
R: No cambiaría donde estoy ahora. Recuerdo ese sentimiento. Recuerdo el retraimiento.
Recuerdo los sueños de la cocaína vívidamente. Las pesadillas. No quiero regresar. Nunca.
R: Estoy por primera vez en mis 41 años de edad luchando con la vida en sus propios términos
sin alguien que me diga cómo hacerlo. Ahora puedo hablar con la gente sin estar tomada. Me
puedo reír sin estar drogada. Y puedo pasar por una puerta sin sentir paranoia. Se siente bien.
Se siente tan bien. Porqué quiero vivir.
P: ¿Qué les dirías a otras mujeres viviendo el consumo de sustancias y la violencia?
R: Que puedes salirte de una relación abusiva. Que te puedes recuperar. Que no estás sola.
R: No tener una relación es mejor que una relación abusiva.
R: No creo que las mujeres deberían de sentir que necesitan hacer feliz a un hombre. Es una
calle de dos sentidos.
R: Los pequeños pasos que di para pedir ayuda. Eso fue lo más grande y difícil para mí.
R: Es difícil levantar el teléfono, pero los dos problemas tienen números telefónicos para
ayudar. Y una vez que lo haces, se hace más fácil. Pero si no recibes ayuda, sólo se pone
peor. Mucho peor. Los dos problemas.
R: Por favor pide ayuda. Habla con una persona que haya pasado por lo mismo. Habla con
alguien en quien tú puedas confiar.
R: No puedo regresar. No puedo regresar a ese estado de negación. Ahora sé demasiado.
R: El conocimiento es poder… Conocimiento es poder.

martes, 12 de noviembre de 2013

DINERO Y PAREJA

El dinero y su manejo se ha vuelto uno de los problemas mas frecuentes en las parejas actuales, y en el tema del dinero lo mejor es ser lo mas claro y directo.

 

El tema del dinero se debería de tratar desde antes de la unión formal o legal de la pareja, y se debería de tratar continuamente durante la duración de la relación. Existen momentos en que la economía ocasiona conflictos en la pareja por eso es importante tratar el tema del dinero antes de que se convierta en un conflicto constante.

 

Las parejas cuando inician su relación por lo general evitan el tema del dinero, y ante la idea romántica del amor intentan hacer una separación con lo material, en un principio suelen tener pensamientos mágicos acerca del amor romántico sobre todo lo demás. Mas el dinero ocasiona dificultades en la relación de pareja que no se pueden resolver en forma mágica, sobre todo cuando intentan llegar a acuerdos acerca de las entradas, gastos y su distribución en general.

 

El tema del dinero, al igual que el del sexo son fuentes de conflicto en la relación de pareja, estos temas se ligan con un desequilibrio de poder y control en la relación, influyen de manera importante en la forma que se da la dinámica de la pareja. El dinero es un problema sobre todo cuando llega a afectar la comunicación, la intimidad o las relaciones sexuales. Los desacuerdos en su manejo, en como y cuando gasta cada quien son suficientes para provocar discusiones y conflictos.

 

Es importante recordar el desequilibrio de poder que existía en las parejas de hace algunas décadas, la mujer por lo general no estaba en el mercado laboral, el hombre era quien tenia el rol de proveedor y era muy común que tenia un mayor poder , control y dominio de la relación de pareja y familiar. Algunas de las veces ya no solo es que la mujer este en el mercado laboral, sino que muchas de ellas gana mas dinero y esto en si ya provoca un conflicto algunas veces en el hombre. La independencia económica que han logrado muchas mujeres puede ocasionar conflictos, mas en algunas parejas el que ambos sean proveedores facilita el acuerdo financiero.

 

El  dinero casi siempre es una fuente de preocupación en la mayoría de las personas, en las parejas es también causa de preocupación y estrés. Las parejas pasan por una serie de gastos desde que formalizan la relación, gastos de matrimonio, el lugar donde van a vivir y su acondicionamiento, después el nacimiento de cada uno de los hijos, manutención, costos de los estudios, etc., incluso es fuente de conflicto y desacuerdo en el divorcio.

 

El dinero en la pareja es utilizado para ejercer el poder, también funciona como fuente de dominio, control y seguridad. La mayoría de las parejas utiliza tres formas de comunicación con el dinero: una lucha constante, el silencio y el consentimiento, por lo general las tres terminan por provocar insatisfacción.

 

Las  parejas tienen dificultades cuando hay:

 

Engaños y mentiras relacionadas con el gasto o el manejo del dinero. Esto sucede también cuando hay un problema de ludopatía o de compras compulsivas.

 

Falta de dinero, cuando este no es suficiente para cubrir los gastos necesarios los conflictos y las discusiones empiezan en la pareja.

 

Mala administración de los gastos, endeudamientos con tarjetas de crédito, deudas de artículos, cuando se gasta más de lo que se gana o de los que se puede pagar.

 

Cuando existe avaricia o tacañearía por parte de quien maneja el dinero, esto generalmente provoca enojos y resentimientos.

 

Desequilibrio en el poder, cuando uno solo es el que aporta o cuando se gana más que la pareja. Esto provoco baja autoestima, ansiedad, mal humor.

 

SUGERENCIAS

 

Hable con su pareja acerca del dinero, su manejo y de cómo le gustaría que lo utilizaran, a medida que la relación avanza y los temas en la pareja son más íntimos e importantes se pueden ir introduciendo  temas como gastos, ahorro, deudas, necesidades, etc.

 

Hacer negociaciones que les permitan manejar el dinero, además de revisar la  actitud que tiene su pareja con relación a este tema. Esto evitara conflictos futuros si tienen diferentes actitudes y maneras de manejarlo, sobre todo cuando ambos trabajan o tienen dinero.

 

 

Si ya surgieron los problemas a causa de dinero en la pareja es necesario solucionarlos a la brevedad posible, no se puede ser imparcial o indiferente ante problemas que se pueden volver graves, sobre todo cuando provocan incomodidad o insatisfacción en alguno de los miembros de la pareja.

 

Programen reuniones cada cierto tiempo (mensual, trimestral, semestral, anual) para hablar acerca de los cambios necesarios a hacer con relación al dinero. También es necesario hablar acerca de cuestiones como el ser tacaño, gastar de más, endeudarse sin justificación.

 

Elaboren proyectos a corto, mediano y largo plazo en pareja y realicen una evaluación cada cierto tiempo para ver como se encaminan hacia los objetivos.

 

En tiempos de crisis como las actuales es importante que las parejas tomen decisiones en  conjunto, y es importante que lleguen a acuerdos los anoten y sean visibles todo el tiempo para ambos.

 

Con los problemas que se ocasionan a causa del dinero empiezan, las discusiones, reproches, culpas y resentimientos, esto dificulta la comunicación y la forma en que la pareja comparte la vida. El dinero es una causa que aumenta las posibilidades de separación en las parejas.

 

Si existe una dificultad en la comunicación la terapia en pareja es una opción para mejorarla, es sano recordar que hablar de dinero a tiempo evita que se pelee por dinero en otro tiempo.